Escuela para Padres
Estudiar es un trabajo personal, que depende de la afectividad del sujeto, de su voluntad, y en última instancia de su capacidad.
Es una construcción del pensamiento, se trata de producir ideas y pensar activamente, esto exige esfuerzo y la aplicación de algunas técnicas apropiadas.
El primer grave error es creer que estudiar es lo mismo que leer. Leer es simplemente entender un texto escrito, en cambio estudiar es analizar un objeto, hacerlo propio y poder reproducir en el futuro lo aprendido.
La voluntad es el factor principal del aprendizaje: todos saben lo que quieren, conocen sus consecuencias e incluso están decididos a estudiar seriamente; pero, no lo hacen, algo se lo impide:
No son los alumnos más inteligentes los que obtienen mejores resultados académicos, sino aquellos que presentan mayor motivación, los que ponen más interés y esfuerzo, los que le dedican a sus estudios el tiempo necesario, los que tienen una buena organización a la hora de distribuirse su trabajo, los que tienen mayor capacidad de concentración y los que utilizan alguna técnica a la hora de estudiar.
Independiente de las carpetas, los libros y demás elementos escolares, los alumnos deben manejar correctamente la agenda anotando las tareas, las fechas y los temas de las evaluaciones, el material que pida cada profesor y las dudas personales, para preguntar en el momento adecuado.
El estudio requiere mucha concentración, por lo tanto, el lugar de estudio debería estar alejado de ruidos y otros motivos de distracción, a pesar de que muchos chicos refieren ” poder estudiar con música o televisión”.
Algunas sugerencias: Antes de estudiar todo alumno debe formularse tres preguntas: qué tengo que hacer, cuándo lo tengo que hacer y cómo lo tengo que hacer. A la primera pregunta debe responder su agenda, a la segunda su horario de trabajo
personal en casa, y a la tercera el hábito de poner en práctica las técnicas de estudio en todas las materias.
Al consultar la agenda, comenzar por aquellas tareas más difíciles, seguir por las más fáciles y terminar con las de dificultad media.
Con respecto al horario, es importante diferenciar entre un tiempo para hacer los deberes, otro para estudio y otro de repaso.
¡Aprender implica invertir tiempo!
El objetivo de la Escuela Secundaria no está en competir con los demás,
sino con uno mismo, desafiarnos y obtener los logros esperados.
Equipo directivo