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11/03/2019
Queridos miembros de esta comunidad educativa, bienvenidos al inicio del ciclo lectivo 2019.
Quiero comenzar saludando muy especialmente a los estudiantes y a las familias que, a partir de hoy, se incorporan a nuestro nivel, y a los alumnos y familias que lo hacen por primera vez en nuestra institución. Los invitamos a integrarse y a participar en esta comunidad que hoy los recibe ansiosa de acompañarlos. Pido para ellos un caluroso aplauso de bienvenida.
Somos testigos de un tiempo en donde los algoritmos pueden llegar controlar nuestras voluntades. Irrumpen generándonos nuevas necesidades e instalando rituales para todas las edades, y habrán notado la particular obstinación que tienen por impedir el tránsito de los jóvenes hacia el escenario en donde los proyectos de vida toman forma. Nosotros, padres y educadores, queremos sentirnos orgullosos por poder ser parte de la formación de un grupo de jóvenes que aún pueden situarse en el ámbito que corresponde. A ellos quiero decirles que respetar las normas de las instituciones no debe ser visto como una traición a los de su generación, sino más bien, como una manifestación de rechazo a quienes desean implantarles un modo de vida que ustedes no diseñaron. Sepan que el respeto es siempre una actitud loable, merecedora de un reconocimiento, y es por lo que hoy han sabido demostrar que pido un fuerte aplauso para quienes, desde hoy, inician su última etapa en la escuela secundaria: Los alumnos y alumnas de 6º Año de la Escuela General Belgrano.
Parece que cada año se nos presenta más desafiante que el anterior, y este 2019 no sería una excepción. Como todos sabemos, se avizora un año complejo, signado, como tantas otros, por un nuevo contexto de crisis. Para no desanimarme, a veces quiero creer que las crisis están tan encariñadas con los argentinos que es por ello que no quieren abandonarnos. Pero no, nadie la pasa bien en las crisis, y mientras seguimos empecinamos en tratar de hallar al que tiró la primera piedra, temo que muchos vayan perdiendo las esperanzas. No creo que esta sea la manera de entender la crisis como oportunidad.
Este año, las herramientas de la vida democrática nos vuelven a ofrecer la oportunidad de ser artífices de las soluciones más urgentes. Tengamos presente, que son los pueblos los que padecen las tempestades, no los mesías. Sólo los ciudadanos sabemos lo que es poner el hombro en la adversidad para sostener en pie una nación, así que los invito a asumir ese rol activo que se necesita para trabajar por un porvenir en el que podamos encontrar nuestras propias huellas. Estoy convencido de que, desde cualquier parada de la vida y desde el lugar que a cada uno le corresponde, con educación de calidad y con trabajo digno, lo vamos a alcanzar.
También sé que en esta comunidad, cada uno dará todo de sí mismo frente a este desafío, así que queridos alumnos y alumnas, los invito a repoblar las aulas porque son ustedes los que tienen la mayor responsabilidad: construir el mundo que se merecen.
Feliz inicio de ciclo lectivo.
Muchas gracias.