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22/09/2021
Leila Pellegrino se encuentra transitando el último tramo de su experiencia formativa en la Licenciatura en Psicopedagogía de la Sede Rosario. Como ella misma la describe su trayectoria vocacional ha sido un camino muy largo, con curvas y contra curvas. Otras carreras y titulaciones formaron parte de él. Desde la finalización del secundario hasta el comienzo de la carrera de Psicopedagogía pasaron exactamente diez años.
“Hace alrededor de seis años desarrollo tareas como voluntaria en un merendero de la zona noroeste de la ciudad. La experiencia en este espacio ha sido uno de los disparadores clave de la elección”, confía Leila. “A partir del recorrido en el territorio he podido evidenciar necesidades, realidades y problemáticas tan diversas, que pusieron en jaque todas las herramientas que hasta ese momento poseía. Fue ahí que pude evidenciar la necesidad de una formación académica que me posibilitara la búsqueda y construcción de las herramientas necesarias”, revela.
En efecto, el trabajo final de carrera que Leila está encarando aborda las problemáticas vocacionales - ocupacionales de adolescentes en contextos vulnerables, como una suerte de retribución a tantos años de aprendizaje en ese espacio.
“Personalmente, considero que las elecciones vocacionales están directamente implicadas en la elección de un hacer, el hacer en general. Fue esa necesidad de intervención / acción la que me impulsó a concretar la elección por una carrera colmada de descubrimientos, con posibilidad infinita de crecimiento y al tratarse de una disciplina relativamente joven, en constante proceso de construcción y deconstrucción”, afirma.
Al momento de optar entre las diferentes propuestas educativas existentes en Rosario sobre la disciplina, Leila analizó los diferentes planes de estudio y los alcances de la formación para finalmente decantarse por la UAI, “principalmente por el enfoque pedagógico que esta brinda y la posibilidad de realizar en simultáneo el profesorado en psicopedagogía”, asevera y agrega que “la Universidad cuenta con un cuerpo docente de excelencia que favorece la construcción de pensamiento crítico basado en el respeto y el compromiso por la formación de sus estudiantes”.
En este camino vocacional Leila transita el segundo año consecutivo como alumna auxiliar en el espacio curricular de Psicología Evolutiva I y II, dictado por la Dra. María Cecilia Acosta, mientras que continúa participando de la escuela de auxiliares y sus diferentes módulos. “Una de las herramientas que encuentro primordial es la del trabajo con los otros y desde los otros. Desde allí podrá defenderse el derecho de todos y todas, de cualquiera (en el sentido amplio del término) a la igualdad de oportunidades y a la plena inserción social”, manifiesta con convicción y parafraseando al pedagogo brasilero Paulo Freire reflexiona que la verdadera educación para la libertad no es la que un sujeto construye para otro, sino la que un sujeto construye en conjunto con otro. “Considero que este es uno de los aprendizajes más sobresalientes del proceso, la construcción y el aprendizaje en conjunto”, concluye.
La psicopedagogía como todo campo de estudio ha transitado transformaciones a lo largo del tiempo, que en mayor o menor medida han incidido en las miradas y posturas de los y las profesionales. “Entiendo que luego de este acontecimiento mundial, del que no podemos escapar, la psicopedagogía vive un reacomodamiento de las estructuras clásicas que se sostenían hasta entonces, abriendo paso a nuevos paradigmas, herramientas y modos de trabajar. Por supuesto, sin perder de foco el objetivo principal del quehacer psicopedagógico, el aprendizaje”, sostiene Leila y añade: “En palabras de Axel Rivas (2020), estamos haciendo camino al andar, necesitamos una pedagogía de la excepción, una pedagogía que contemple y actúe en la medida de lo posible, sobre las inmensas desigualdades sociales. La pedagogía de la excepción debe comenzar por aquí. Por lo que se ha roto. Recuperar las miradas, los rostros, lo humano”.
“Será nuestra labor abrirnos paso en los ámbitos de intervención en los que la psicopedagogía aún no es considerada como disciplina válida o necesaria. Continúo reflexionando acerca del modo de alojar a las diferencias, en pos del reforzamiento y construcción de una sociedad diversa, apostando al respeto mutuo y trabajando por y para la educación, que funcionará como herramienta contra la desigualdad”, sentencia.
El interés de Leila también está enfocado en la psicopedagogía socio comunitaria, como un espacio disciplinar que se organiza desde, para, por y con los jóvenes, asumiendo un posicionamiento y una mirada arraigada en la realidad. “Tomamos una mirada psicopedagógica relacionada al mundo de la vida y de los sujetos de las comunidades. Posicionamiento situado en coordenadas de presente, que se preguntan ¿por qué pasa lo que pasa?, ¿cómo intervenir para modificar esa realidad?”, considera Leila cuyo posicionamiento psicopedagógico busca comprender desde una lectura constante de la realidad y de los sujetos moviéndose en esa realidad, tensionados por lo que la misma provoca.