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08/01/2021
La “nueva” modalidad expuso la necesidad de reflexionar sobre el modelo tradicional de enseñanza, en el que el docente adopta la responsabilidad de ser un mero transmisor de conocimientos. Pero “invertir el aula” también puede generar reacciones negativas si no nos replanteamos el paradigma de aprendizaje. Un enfoque basado en las TICs y una pandemia debieron confluir para que las escuelas tuvieran que asumir el doble desafío de adaptarse a un nuevo entorno socio-tecnológico y hallar la manera de optimizar una herramienta que aún necesitaba de ciertos pulimentos (límites de la capacidad autogestiva, brecha digital, etc.).
De allí la importancia de adoptar esta estrategia sin pretender “hacer lo mismo de manera remota”, y enfocarnos no sólo en la “selección” de los saberes prioritarios, sino también en garantizar un efectivo acompañamiento que posibilite a los estudiantes la asimilación de verdaderos proyectos de conocimiento, promoviendo el interés por lo que se aprende, la creatividad, el pensamiento crítico y la interacción social entre pares y adultos. Superar este desafío nos llevará al nuevo escenario de la educación pospandemia.
